¿DÓNDE ESTÁN MIS VITAMINAS?

19.10.2022

Recordemos la importancia del aporte diario de vitaminas en nuestra dieta, son vitales para el funcionamiento celular, el crecimiento y el desarrollo normales.

Te resumo los tipos de vitaminas que existen:

La vitamina A previene infecciones, interviene en el desarrollo de los huesos, participa en la síntesis de proteínas, entre otras funciones.

La podemos encontrar en: hígado, zanahorias, queso, espinacas, huevo, albaricoque ...

La vitamina D está relacionada con la mineralización de los huesos. Desempeña un papel fundamental junto con el calcio y el fósforo para mantener los huesos y los dientes sanos.

La principal fuente de obtención de esta vitamina es a través de la exposición solar, pero hay ciertos alimentos que también la presentan: pescado azul, hígado, huevo, leche...

La vitamina E,con acción antioxidante, retrasa el envejecimiento celular, tiene acción cicatrizante, protege los vasos sanguíneos, entre otras funciones.

La encontraremos en el aceite de oliva, guisantes, huevo, pistacho, etc.

La vitamina K se sintetiza de manera general por las bacterias de la flora intestinal, pero también la encontramos presente en algunos alimentos. Participa en algunos factores de coagulación, y en la síntesis de proteínas óseas, entre otros.

Podemos encontrarla en el brécol, la coliflor, las espinacas, la lechuga o el perejil.

La vitamina C tiene propiedades antioxidantes, previene enfermedades degenerativas y aumenta la resistencia frente a las infecciones. También facilita la absorción de hierro contenido en los alimentos, desempeña un importante papel en los procesos de desintoxicación que tienen lugar en el hígado y activa la síntesis de colágeno ayudando a la curación de las heridas. Además, interviene en la formación de cartílago, huesos y dientes.

Contienen vitamina C el perejil, los cítricos, pimientos, kiwi, melón o tomates.

Las vitaminas del grupo B ayudan en estados de cansancio y fatiga. Intervienen en la formación de glóbulos rojos, en el crecimiento y mantenimiento de los tejidos, etc.

Se pueden obtener vitaminas del grupo B en el pescado, los huevos, la carne o los productos lácteos. 

Vamos a profundizar en qué alimentos nos ayudan a aprovechar todas sus cualidades y qué otros nos las "roban".

El pescado, mejor cocinado: El pescado crudo o marinado contiene tiaminasa, que impide la absorción de la vit. B, presente en el mismo.

Los huevos, mejor hechos: La avidina, presente en la clara del huevo, impide la absorción de la biotina en el intestino ( la biotina es una vitamina del grupo B que ayuda a convertir los carbohidratos, las grasas y las proteínas que consumimos en energía). Cuando los cocinamos, la avidina pierde ese poder destructor.

El café, en exceso, limita la absorción de las vitaminas a, B12 y el ácido fólico.

Entre 1 y 4 tazas al día no se consideran dañinas para la salud, según la FEC (Fundación Española del Corazón).

El alcohol, el tabaco y ciertos medicamentos (sobre todo los antibióticos y laxantes) son grandes "ladrones de vitaminas". Su abuso reduce la absorción de vitaminas como la A, la D o la C, así como algunas del grupo B. Consumir un vaso de vino o cerveza al día no se considera un consumo excesivo.

Las vitaminas presentes en frutas y verduras se conservan intactas al consumirlas crudas. Las ensaladas y "crudités", mejor recién hechas. Pero si no te gustan crudas o prefieres variar la forma de comerlas, también conservan todos sus beneficios cocinándolas al vapor- esta técnica es ideal, ya que el agua no toca las verduras- es precisamente el agua de cocción quien se "lleva" las vitaminas al cocinarlas.

Otra técnica respetuosa con las vitaminas y minerales es el papillote, que no necesita agua; los alimentos se cocinan en sus propios jugos, conservándose así todas sus vitaminas hidrosolubles.

Consume más fruta, comprobarás cuánto te lo agradece tu cuerpo.

La fruta es una excelente reguladora del sistema inmunitario, estimulante del funcionamiento de nuestro hígado y riñones, y por su contenido en fibra, facilita la eliminación de toxinas de nuestro organismo.

La fruta tiene, por lo general, un gran contenido en agua, lo que nos ayuda a mantenernos hidratados.

Mejor consúmelas durante el día, no conviene tomarla antes de acostarnos, ya que nuestro metabolismo se vuelve más lento cuando dormimos. Pero si la alternativa a una pieza de fruta es comerte un dulce o un helado, evidentemente, debes elegir la fruta.

Existen numerosas teorías sobre cuál es el momento ideal para tomarla; algunos nutricionistas consideran que en ayunas sería lo ideal, o entre las comidas, y que no conviene mezclarla con otros alimentos. Existen estudios científicos para todos los gustos.

Lo que sí está demostrado es que consumir frutas y verduras de manera habitual hace que tengamos un 17% menos de riesgo de padecer obesidad. Los vegetales nos proporcionan prácticamente todos los nutrientes que necesitamos sin apenas grasas y con menos calorías.

A primera hora de la mañana o de la tarde, en ayunas o no; lo verdaderamente importante es comerla y que te siente bien a ti.

NUESTRAS FRUTAS "ESTRELLA".

  • Un zumo de tomate después de comer es una gran ayuda en caso de estreñimiento.
  • El kiwi aumenta tus defensas, es antioxidante y antiinflamatorio.
  • El coco remineraliza nuestros huesos, uñas y dientes.
  • El limón es un medicamento natural para combatir los resfriados y nos ayuda a regular el colesterol.
  • La manzana nos ayuda a eliminar toxinas, se recomienda para combatir problemas estomacales y de ácido úrico.
  • La naranja es diurética y estimula nuestro sistema nervioso.
  • La pera es una gran aliada de nuestros pulmones y estómago.
  • La uva es un antioxidante que nos ayuda a prevenir la degeneración del sistema nervioso; sus flavonoides estimulan también nuestro sistema inmunitario.
  • Y nuestro querido plátano de Canarias, que posee nutrientes esenciales como potasio, magnesio, ácido fólico, hierro, calcio, zinc, fósforo, vitaminas A,C,E y B12. Es una de las frutas más nutritivas que existen.

Su riqueza en potasio nos ayuda a mantener nuestros músculos fuertes, equilibrando el agua en nuestras células.

El magnesio también interviene en la salud de nuestros sistema músculo- esquelético.

Los azúcares presentes en esta fruta riquísima son de fácil absorción, esto es especialmente útil en el equilibrio de la glucosa en sangre, que produce nuestra energía muscular.

El plátano está especialmente recomendado para los deportistas, en todas sus versiones, tanto fresco como deshidratado, es un excelente tentempié.

Los oligosacáridos presentes en el plátano hacen que se desarrollen bacterias beneficiosas en nuestro colon, regulando nuestro tránsito intestinal.

El plátano es un excelente antidiarreico, regula el nivel de colesterol en sangre, es pobre en sodio- recomendable para la combatir la hipertensión arterial-, combate los calambres musculares, ayuda a eliminar ácidos como el ácido úrico o el sulfúrico.

El triptófano que contiene nos ayuda a generar serotonina, con efectos relajantes que mejoran nuestro estado de ánimo y combate el estrés; además, su alto contenido en vitaminas A y C fortalece nuestra mente.

Y no es tan calórico como dice la leyenda; en realidad, sus 90 kcal. / 100 gr. se compensan por su alto efecto saciante. Es verdad que la sandía o la manzana tienen menos calorías, pero para saciarte con ellas, debes consumir más cantidad.

Por todo esto, podemos decir que el plátano es nuestra "fruta estrella": está disponible todo el año, se cultiva en nuestras Islas Canarias, y suele ser asequible.

Tan solo debemos evitarla en caso de patologías hepáticas, renales o de vesícula.

GLOSARIO DE TÉRMINOS:

Vitaminas hidrosolubles: Son aquellas que se disuelven en agua;son todas las vitaminas del grupo B y la vitamina C.

Estas pierden pronto su valor nutritivo, ya que son destruidas en los procesos de cocción y por la acción de la luz solar.

Vitaminas liposolubles: Se disuelven en grasas y aceites- lípidos- y son transportadas, en la mayoría de los casos, en la grasa de los alimentos : Son las vitaminas A, D, E y K.