¿Quieres correr rápido? Vete despacio. 

04.09.2023

¿Por qué obsesionarse por la velocidad, que tan solo ralentiza la progresión de tu forma física?.

En la vida de un corredor llega un momento en el que es completamente normal, e incluso motivador, aspirar a correr más deprisa, pero no cuando estamos empezando. Los ritmos altos perjudican a los principiantes, aumentando el riesgo de lesiones, agotamiento, fracaso y desánimo. 

La velocidad no es el objetivo a perseguir, se debe tener en cuenta otros factores. La obsesión de ir rápido cuando estamos empezando, pronto se convertirá en un problema anunciado, lastrará tu progreso a corto plazo y llegará el declive. 


Es tentador correr un poco más deprisa cada día, tratarás de mejorar tus ritmos; pero eso te convertirá en un esclavo de tus tiempos y terminarás en un callejón sin salida en el que puede caer cualquier corredor. Terminarás colapsando tu cuerpo.

¿Quieres correr rápido? Vete despacio.

Todos estamos expuestos a sufrir lesiones; pero, evidentemente, un corredor que empieza tiene mucha más probabilidad de terminar con una lesión a corto plazo; por su inexperiencia o por exigir a su cuerpo ritmos altos sin estar preparados.

Nuestra principal aspiración debería ser disfrutar, no sufrir. 


Debemos permitir que nuestra naturaleza física, junto con el trabajo del entrenador, hagan su magia en nuestro cuerpo; darnos cuenta de los pequeños cambios que se van produciendo en él mientras corremos es muy motivador. Dejemos que nuestra mente disfrute de esos momentos y los primeros sorprendidos seremos nosotros.  

Correr y "saber correr"  te dan un tiempo especial para conocerte mejor.  "Saber que tú controlas tu cuerpo, y no al revés, es mágico "

 Nuestra principal aspiración debería ser disfrutar, no sufrir.